María (1867)
María, la
novela de Jorge Isaacs (1837 - 1895), no sólo es la obra
cumbre de la novelística colombiana y latinoamericana del
siglo XIX, sino también una de las mejor logradas del romanticismo
en lengua española.
El autor
Isaacs escribió y publicó su novela
entre 1864 y 1866, tenia entonces entre 27 y 29 años de edad.
A partir de ese momento fue famoso; viajó por el Magdalena
y la Guajira en expediciones científicas; en política
pasó del conservatismo al liberalismo, fue cónsul
en Chile entre 1870 y 1873 y protagonizó una efímera
revuelta en el Estado de Antioquia en 1880. Ejerció el periodismo
y escribió, además de esta novela, cerca de doscientos
poemas, tres dramas históricos, algunos trabajos de carácter
científico y fragmentos de una novela histórica (Camilo)
sobre la gesta emancipadora y la disolución de la Gran
Colombia. Pero tuvo poco éxito en la vida política
y en sus empresas particulares, y a los 58 años murió
en Ibagué de fiebres palúdicas, desengañado,
pobre - nunca recibió dinero por sus derechos de autor, a
pesar de que durante su vida se imprimieron más de 25 ediciones
de su novela en distintos países del continente -, en una
casa que le proporcionó su colega escritor Juan de Dios Restrepo
(más conocido como Emiro Kastos).
María, que versa sobre la vida paradisiaco
en el Valle del Cauca durante la primera mitad del siglo XIX, fue
escrita en las orillas selváticas del río Dagua, «en
el fondo del aquel negro país de las serpientes» como lo
llamara Rafael Maya, cuando Isaacs desempeñaba un cargo menor
en la construcción de un camino de Cali a Buenaventura. Para
ese entonces, ya el joven Isaacs habla tomado contacto con la clase
intelectual en Bogotá y habla leído sus poemas con
cierto éxito en la tertulia E lMosaico, ante figuras
como Eugenio Díaz, Vergara y Vergara, Diego Fallon, Próspero
Pereira Gamba y Ricardo Silva. Cuando apareció María,
su éxito fue inmediato.
La novela
El relato empieza cuando el autor nos relata como a muy
temprana edad fue a una escuela en Bogotá, para realizar
sus estudios. Su familia lo despide muy amorosamente y al ver por
última vez su casa, ve a su prima María.
Después de seis años, el protagonista,
Efraín regresa a su hogar, en el valle del Cauca, donde se
encuentra con su prima huérfana, María, ya
adolescente. En la cena, en el día en que llegó, de
su viaje a Bogotá, ve a toda su familia, desde este
momento Efraín empieza a admirar la belleza de
María. Una vez instalado Efraín en su cuarto y al
ver todas las flores en el Jardín y en el florero
cubría la mesa, exclamó ¡Qué bellas
llores!, fue cuando María recordaba cuánto le
agradaban las llores.
Después de unos días los jóvenes empiezan
a manifestar su amor y encanto. Efraín va conociendo las
actividades de su casa en donde la madre de Efraín, le
manifiesta que quería que les diese algunas clases de gramatica y geografia en donde darían
principio a las lecciones pasados seis u ocho días.
Pasados tres días, van a la hacienda (Efraín y
su padre), en donde Efraín ve que su padre había
mejorado en sus negocios, ahí también, acudieron a
una boda de unos esclavos, en la que pudieron observar la
felicidad de la pareja. En la hacienda le comunican a
Efraín, la noticia, que dentro de cuatro meses se
iría a concluir sus estudios de medicina a Europa. A su
regreso de la hacienda, el padre de Efraín nos narra como
llegó María a su casa.
En su último viaje a las Antillas, Salomón,
primo suyo, acababa de perder a Sara, su esposa. La esposa de
Salomón, le había dejado una niña que
tenía tres años. El padre de Efraín lo
encontró desfigurado moral y físicamente por el
dolor, e insistió a Salomón que le diera a su hija,
a fin de que la educara al lado de sus hijos y se atrevió
a decirle que la haría cristiana, pues era judía y
que le cambiaría el nombre de Ester a el de
María.
Al amanecer Efraín fue a la casa de un amigo
montañés, llamado José y ahí conoce a
la familia de José, en donde lo tratan como sí
fuera de la familia. José se quedó admirado de los
conocimientos teóricos de Efraín, sobre las
siembras. Volvieron a la casa de José, para que
Efraín se despidiera de las muchachas, en donde ellas le
manifiestan su agradecimiento de aquellos presentes
regalándole un ramo de azucenas silvestres. Apenas
llegó Efraín a su casa, se dirigió al
costurero de su madre, en donde María se fijó en el
ramo de azucenas que traía Efraín. Cuando
entró a su cuarto, Efraín no vio los azahares y las
violetas de María, fue cuando Efraín piensa que
María no lo ama, entonces Efraín se despide de la
ilusión querida, arrojando el ramo de azucenas por la
ventana. En la cena, Efraín quedó sorprendido pues
vio una de las azucenas en la cabeza de María, el padre de
Efraín le declaró que las azucenas eran muy bellas
al preguntarle que de donde las había conseguido, ella le
respondió que Efraín las arrancó del huerto
y que le parecía, siendo tan bonitas y extrañas,
una lástima que se desperdiciaran. Posteriormente
Efraín y María platican, y ahí es en donde
se aclara el enojo de Efraín el cual le confiesa su amor a
María y entonces promete todos los días cambiar las
flores de su cuarto.
A la mañana siguiente, dieron inicio a los estudios de gramatica y geografia, en donde Efraín
empieza a impartirles clases notando la inteligencia de
María. Narra como le había conmovido el poema de
Atala, el cual terminaba con un final trágico.
Pasan horas de encanto en la familia Pero María sufre
una enfermedad hereditaria, la epilepsia. En la tarde del
día siguiente, ya estando bien María, ella le
agradece lo que Enfrían hizo aquella madrugada. Sabiendo
ella de lo que había muerto su madre, y él la
consoló. Después de la cena, Efraín tuvo una
platica con su padre y madre, en donde le dijeron que
habían notado el amor que le tenía a María,
y le dice que no le diese muchas emociones a María pues la
enfermedad le hacia mal, y también que Carlos un amigo
suyo, pedía la mano de María por lo que se le
hacía más difícil expresar su amor y cumplir
su promesa. Diez días después de esa conferencia
Efraín se alejó por unos días de su casa.
Entonces su madre le hizo saber que estaba disgustada por la conducta tomada, y le dijo que la enfermedad de María no
era la misma que la de la madre, entonces él
prometió corregir su conducta. Después
Efraín se disculpa con María.
Al día siguiente nos relata su día de
casería en el que Efraín, junto con su grupo logran
cazar un tigre que hacía muchos destrozos por esos rumbos,
Cuando llegó de casería observó que ya
estaban en su casa Carlos y su padre, don Jerónimo.
Después de la comida Carlos toco la guitarra, esa noche
Efraín durmió con sus hermanos para que le dejase
el cuarto a Carlos.
En la mañana siguiente Efraín y su amigo
prepararon todo para una cacería de venados. Mientras se
preparaban, la madre de Efraín le explica el motivo de la
visita de Carlos. En la cacería no les fue muy bien y
especialmente a Carlos, pues falló un tiro muy
fácil porque no estaba cargada la escopeta, debido a que
Braulio (sobrino de José) no lo había cargado en
venganza a la burla que Carlos hizo a los perros de
José.
En la tarde fueron al río, ahí es donde
María le responde a Carlos su propuesta de matrimonio,
informándole sobre esta al padre de Efraín.
Después tienen una plática Efraín y Carlos,
donde le confiesa toda la situación entre él y
María. Al día siguiente se va Carlos de la casa de
Efraín.
En los siguientes días tuvieron mucho trabajo Efraín y su padre, debido a la visita de Carlos.
María guardó los cabellos de Efraín en su
guardapelo, junto con los cabellos de su madre.
Después Efraín tuvo que ir a la hacienda, junto
con su padre, para arreglar uno asuntos. Cuando estaban
trabajando su padre y él, llegó el correo, en donde
le comunicaban la noticia sobre un mal negocio. Al regreso, su
padre le dijo que no le comunicará nada a su mamá.
Al día siguiente tuvieron una boda, Braulio y
Tránsito (hija de José), en la que María y
José eran los padrinos. Durante el viaje, Efraín le
contó a María lo que pasó en la hacienda y
le dijo que le pediría a su padre que lo ayudara en sus negocios, para así retardar su viaje a Europa. Cuando
llegaron de aquella boda, se encontraron con que al padre de
Efraín le había dado una fiebre cerebral, por el
disgusto y la preocupación del negocio que le había
salido mal. Pero gracias a que María, Emma y Efraín
lo cuidaron salió de esa enfermedad.
Cuando ya estaba aliviado el padre de Efraín,
llegó una carta del señor A... (Era quien lo
llevaría a Europa), que le decía que
partirían el 30 de enero. Efraín le hizo entonces
la propuesta que había pensado antes, pero su padre no la
acepto diciéndole que su viaje no le afectaría en
nada en su economia. Ese mismo día platicaron con
María, ahí el padre de Efraín le comunica
que si ella está dispuesta a casarse con Efraín,
ella responde que sí, pero bajo la condición de que
Efraín se fuera feliz a su viaje y terminando una vez sus
estudios Efraín y María contraerían
matrimonio.
Pasados unos días, en la tarde María le
enseña un rosal nuevo y le dice que florecerá si
él no le olvida y que no brotará ninguna flor si le
olvida. Después le enseña una matita de azucenas
cerca del cuarto de Efraín, donde él había
arrojado las azucenas, y le dice que en cada carta que escriba
ella depositará un pedazo de una azucena para
representarle aquello que no le podía decir con
palabras.
Habiendo pasado dos semanas recibió la primera carta de
María, en la que le cuanta toda la situación de su
casa. Pasado un año, Efraín recibía dos cartas por mes de María, fue hasta entonces que
recibió la visita del señor A... y este le entrega
un paquete de cartas donde está la trágica noticia
de que María estaba agonizando y que debía regresar
para que María se repusiera. Dos horas después
parte para Londres.
Durante la ausencia la enfermedad sigue se curso. María
empeora y llama a Efraín, que llega tarde, después
de la muerte de su amada. Al llegar, recordó todos los
momentos que había pasado con ella y recogió las
cartas de María en un cofre, también las trenzas en
un delantal azul, el anillo y el guardapelo que le había
indicado a Emma se los entregará. Después fue a la
tumba junto con Braulio y le dio su último adiós.
Cuando ya se iba de la tumba apareció un ave negra que
anteriormente ya se había presentado cuando le dio un
ataque de epilepsia. Era el ave que se había llevado su alma.